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martes, 7 de agosto de 2012

Gurullos, Cucurones o puntalette con carrilleras de ibérico o perder el sentido del ridículo.



En la última publicación mucha gente se emocionó y me pusisteis comentarios preciosos.
Cada día me cuesta menos contaros cosas de mi vida, porque en contra de lo que pensaba (que os iban a aburrir) me comentais que os gustan, si de algo os sirven las experiencias de mi vida pues me alegro, como decía Nuria M en  ayer, cuando se ha vivido mucho,  la tolerancia se hace muy fácil.

Nunca mejor esta canción de mi juventud ...una mujer sin complejos.



En fin que os tengo que contar dos situaciones en las que he hecho el ridículo más espantoso, pero me sirvieron, como casi siempre, a ir aprendiendo lecciones de la vida que, hoy por hoy me resultan muy divertidas al recordarlas.

Por orden cronológico... con 17 años empecé a trabajar como aux. administrativo de  un concesionario de coches usados, con el poquito dinero que me pagaban, pues manteníamos nuestros gastos ya que mi marido entonces estudiaba..  
Me asustaba por todo y me daba mucho miedo meter la pata o hacer el ridículo con algo improcedente, era muy tímida en el trabajo.

Llego la comida de empresa para celebrar la navidad, llevaría yo unos 3 meses trabajando...bueno pues a mi me pusieron vino con la comida, entonces estaba acostumbrada a no beber absolutamente nada....

Hubo muchos entrantes y yo cada vez estaba más contentita, entoncés llego el segundo plato con un entrecote de buey y un pimiento verde enoooorrme (cada vez que lo recuerdo lo veo mas grande ja, ja) el caso que yo estaba ya tan emocionadita que quise contar un chiste me puse a gesticular y no sé de que manera el pimiento verde del plato de mi jefe, que estaba sentado a mi lado) salio volando y fue directamente a parar encima de su bragueta.

Un silencio sepulcral y mi mirada de terror  a su pantalón. Y encima se me ocurre decirle "dejeme  que se lo limpie"
Recuerdo que cogio el pimiento con las dos manos me lo echó encima de mi plato y se marchó  al baño.
Yo pensé:  ahora ya estoy despedida... trabajé allí  9 años

Otra muy parecida pero en el  que la perjudicada soy yo.. fue cuando tenía 28 años ,  cuando conocí a Luis, estaba deseando de agradarle.
 Por ello, a los pocos días de empezar a salir juntos me dijo: 
"el domingo nos vamos a la piscina de  Colmenarejo..te voy a presentar a mi panda de amigos, todos llevamos comida  y se come en el merendero público de alli."

El domingo me levanté bien tempranito, hice mi tortillita de patata, unas chuletas de cordero empanadas y un pisto que daba gloria como olía...y pense me voy a poner mi vestido ibicenco tan blanco, tan precioso y tan de moda.
Iba a triunfar como Manolete...
Bueno pues la piscina una gozada, los amigos de Luis muy divertidos, alguna amiga no tanto.. que me miraba con ojos rabiosos ja, ja.
A la hora de comer las chicas se pusieron pareos, yo no me había llevado asi que me plante el vestidito tan mono...

Llego la hora de comer, un espectáculo, todo el mundo saco sus cositas, yo quería quedar muy bien para enamorar más a mi chico.. tanto quise ... que me puse a servir las chuletas empanadas a todo el mundo pero queriéndome estirar tanto, tanto... para llegar a la punta de la mesa que le pegue un meneo a mi tupper de pisto y mi glamuroso vestido ibicenco quedo convertido en manchego  por dos razones, por el origen del pisto y por el pedazo de mancha que ocupaba media tripa.... así y entre las risas de todos tuve mi estreno..

Ni mi jefe me lo tuvo en cuenta  entonces , ni los amigos de Luis me dieron de lado .
No pasa nada por meter la pata  o por no tener una imagen perfecta..la gente nos juzga por como somos no por lo que parecemos.


Bienvenido al club.. de los que metemos la pata y nos echamos a reir, un simple "perdoname" es suficiente para que, si la otra persona nos aprecia, todo quede en una anecdota.


Llevaba días leyendo a mis amigos de face levantinos, tanto alicantinos  como murcianos,   hablando de los gurullos como el que habla de pan, vamos como la cosa mas normal del mundo.
Y como estamos hablando de ello, yo les dije sin complejo ridículo:
"¿Eso que es lo que eh?"
Asi me enteré que esta pasta es un plato tradicional.. se suele hacer con conejo y caracoles.
Tiene varios nombres muy graciosos también le dicen cucurones y alguien me ha contado que esta pasta en Italia son puntalette. En Mercadona los llaman Piñones los srs. de hacendado..Pastas gallo también los comercializa.

Yo tenía unas carrilleras de cerdo  y mi mente la lío... que pedazo de plato quedo, la melosidad de la carne y el sabor de la salsa con esta pasta que la recogio y quedo una mezcla de gran sabor, textura estupenda y nada pesada.


Ingredientes para 4 personas:

-300 gr de gurullos
-6 carrilleras de cerdo si es ibérico mejor
-1/2 vaso de vino tinto  (yo puse rioja, procurar ponerlo bueno)
-2 vasos de agua y una cucharada de bovril o caldo de carne
-1/2 cebolla muy picadita 
-3 dientes de ajo laminados.
-1 tomate maduro o 2 si son pequeños rallados
-1 pimiento verde cortado en trozos medianos
-1/2 pimiento rojo muy picadito
-1 zanahoria picadita en daditos
-Morrones o asado (yo puse asados por mi 180º 45 minutos en horno, luego pelar y salteados con 2 d. de ajo y pelín de azucar)
-Unas hebras de azafrán
-Una hoja de laurel
-Sal y aceite de oliva virgen



Limpiar muy bien de grasa las carrilleras y cortarlas en trocitos de bocado., como 2x2 aproximadamente.

Elaboración:

1.- En una paellera o rondón (cazuela baja) ponemos aceite de oliva, unas 4 cucharadas y ponemos fuego fuerte al 9 en vitro. Cuando este bien caliente echamos la carne y doramos cuando haya cogido color bajamos el fuego al mínimo (al 3) y salamos la carne.

2.-Añadimos a la paellera los ajos (2 minutos y revolvemos con la carne) y la cebolla, el pimiento verde, el rojo y la zanahoria, dejamos todo pochar a fuego bajito 10 minutos, agregamos el azafrán majaito y lo tostamos en la cazuela, revolvemos.

3.-Agregamos los tomates rallados y sazonados con sal, removemos y dejamos otros 5 minutitos. 

4.-Añadimos el vino tinto y subimos el fuego para que evapore con la cuchara desglasamos el fondo de la cazuela para que lo doradito que haya soltado la carne se una al líquido, removemos .

5.-Tapamos y dejamos cocer a fuego lento 1 hora y media vigilando no se agarre y moviendo la cazuela en vaiven para que la carrillera suelte su melosidad.




6.-Al cabo de la hora y media reservamos si las queremos tener preparadas con anterioridad. A  la hora de comer calentamos la cazuela y cuando hierva el caldo añadimos los gurullos el tiempo que nos indique el paquete. Adornamos con los pimientos asados.
Listo para comer.
Magnífico plato..y una pasta muy original que repetiremos con el tradicional guiso de pollo o conejo con caracoles que ya estoy deseando catar.



La gente  nos quiere por lo que somos de verdad, la sustancia la llevamos por dentro como este guiso.


26 comentarios:

  1. Buenos dias......¡¡ Me encanta leerte !! Hace que mi imaginación vuele y me encuentre a tu "vera" en cada situación, en cada experiencia de tu vida.....lástima que no pueda mi imaginación llegar a más y "saborear" tan magnifico y suculento plato levantino que has preparado....
    Gracias por compartir vivencias y recetas tan estupendas....
    Un fuerte abrazo...

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  2. Helenita que plato te as soltado aqui, que maravilla, pues nada me alegro que ayas encontrado algo parecido a los gurullos, te felicito por la receta, como siempre es un espectaculo entrar en tu blog, venga un saludo.

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  3. Jajajajaj que me he reído, eso si, si antes pensar en ti cuando aquello ocurrió, yo me hubiera puesto morada de la vergüenza

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  4. Jajajaja, que bueno…. La escena del pimiento es para recordarla siempre jajajaja.
    Perdona que me ría, me río contigo, pero es que cosas de estas son graciosísimas… y ojo, nos han pasado a todos. Yo he metido muuuucho la pata… pero… y qué?, “somos asín” y punto… Además luego lo cuentas y te ríes.

    Me apunto estos gurullos con carrilleras, menuda delicia de plato mare!!
    Un saludo.

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    1. ja, ja ahora me río pero cuando lo del pimiento.. me impidio comer ni un pedacito más, ni postre ni nada.. ja, ja qque ratito XDD! un besito para tod@s

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  5. Tremendo plato. Qué pintaza!. A primera vista parece arró. Ay omaaaa qué ricoooo!.

    Besos.

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  6. Tu blog no sería el mismo si no hicieses esas entradas, jajaj, me he reído pero de buena fe!!!!!. Cuantas veces metemos la pata???, lo que pasa que hay gente que se cree perfecta y luego tiene mas defectos que uno. La canción: una de mis preferidas, pero sobre todo por el mensaje que trasmite. El Plato: con esos productos de primera de la primera foto, no me extraña que saliera un plato tan rico. Al principio lo de los gurullos no lo entendía, si no pones la foto, hubiere pensado en un tipo de arroz.
    Besinos

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  7. Helena, te estas trasformando en el libro de mi mesita de noche, da gusto leer tus historias...y si encima se acompaña de una receta fantástica mucho mejor...!!! al ver el blogroll pensaba que era arroz...sorpresaaaaaaa!!!
    Besos
    Besos

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  8. Yo ya había pensado en alguna cochinada, pero ya veo que no, que es un plato con una pinta estupenda y que tiene que estar muy rico.
    También había metido la pata, pero a mi me parece divertido.
    Besos
    Jorge.

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    1. Jorge es que el nombre es divertido per se creo que eso fue lo que me atrajo la primera vez que lo escuche por face.. pero la textura da juego y recoge el sabor .. me parece una pasta interesante..

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  9. Muy buenas tus recetas y tus historias, tienes un blog magnífico y original.Te seguiré.Besos.

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  10. La anécdota del pimiento me recordó a la de Julia Robert en Pretty woman, con los caracoles, je,je, aunque ésta es aún más divertida, sobretodo por el destinatario del pimiento. Lo que reirían todos en casa después con el pimiento del jefe,je,je. Seguro que ese pisto estaba de muerte, y más en tu vestido, je,je, por lo menos eso pensaría Luis.
    Yo tampoco sabía exactamente qué eran los gurullos, pese a conocerlos de oídas. Y nunca me había fijado en ellos en Mercadona. La verdad es que parece que dan mucho juego, desde luego que el plato te ha quedado de lujo.
    Besos.

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  11. Jolín, contigo hay tantas cosas que decir en un comentario...Qué bien enlazas todo lo que relatas en una entrada, ¡eres le leche!

    Alaska me gusta desde que era bien pequeña, era para mí un símbolo de rebeldía, de ir contra el sistema en todos los aspectos, incluido el estético. Mi madre de enfadaba conmigo por querer llevar con 8-10 años unos pendientes largos y pintarme los labios de rojo. Disfrazarme de Alaska en carnavales y cantar "¡A quién le importa!" y "Bailando". Mira por dónde ahora no me pinto casi nunca y suelo llevar pendientes pequeños y discretos, ¡cómo son las cosas!

    Tus anécdotas son de chiste! Si tienes para escribir un libro (me recuerdas a gran amiga Mª Ángeles, de Cocinar sin miedo). ¡El pimiento en la bragueta de tu jefe podría ser de peli de Almodóvar! Bueno y tu vestido ibicenco "estampado" de pisto, aisss me imagino el plan...Pero qué razón tienes con tu conclusión, aunque no te creas que en la sociedad actual hay mucha pero que mucha gente que nos juzga por lo que parecemos y no por lo que somos y valemos, desgraciadamente. Pero hay que quedarse mejor con tu frase, más llena de positivismo que la mía. Todavía hay personas que saben valorar a las demás por lo que son y no por lo que aparentan.

    Por fin llego a la receta jejeje ¡Afú! De esto habrás guardado un tupper en el congelador, ¿verdad? Con lo que me gusta la carrillera, la salsita que te has marcado, y encima acompañada de gurullos. Un plato redondo, completo, como tus entradas. ¡Si es que no podía ser de otra manera!

    Ejemmm, aunque pueda parece un sacrilegio para las defensoras a ultranza del "slow food" yo quiero mucho a mi olla exprés y creo que me quitaría una horita de tiempo de elaboración de esta receta. Si la hago, ¿me darías el visto bueno?

    Un beso grande, Helena!

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    1. Por supuesto que lo puedes hacer en la olla y con lo gran cocinera que eres sabras darle el punto exacto a la carne, muchas gracias por tu extenso comentario sois todos unos soles conmigo de cariñosos.
      Yo también leo a MªAngeles y me parto con ella, es una gran mujer. Ya sé que mucha gente nos juzga por lo que parecemos en vez de lo que somos pero esa gente para mi simplemente no existe, yo la ignoro.
      Ah y algún día os tengo que contar mi época popi donde conoci a Alaska cuando se llamaba Olvido.. Un besito grande para todos

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  12. Pues fíjate que yo, siendo murciana, nunca he comido los gurullos...bueno, es que soy más bien cartagenera y aquí no se suelen comer. De todas formas, estoy más que dispuesta a probarlos, tanto en en guiso tradicional como en esta combinación tuya tan apetitosa.
    Respecto a hacer el ridículo, reconozco que soy bastante vergonzosa y a veces dejo de hacer ciertas cosas por no llamar la atención, pero últimamente metí la pata hasta el fondo en un comentario en un blog y la verdad es que aunque quedé como una tonta rematada, nos reímos un montón y aún lo recuerdo con una sonrisa.
    En fin, que no está mal pifiarla de vez en cuando, con el tiempo todo pierde importancia y nos queda un recuerdo entrañable de lo que een su momento nos pareció el fin del mundo.
    Un besico.

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  13. Una entrada super graciosa!! La canción me encanta y las historias que has contado jajaja, no podía dejar de pensar en el pimiento, jajajaa. Qué lástima de cestido con lo mona que estarías. En fin, todos tenemos malos tragos que pasar.
    Me apunto esta receta que me ha encantado, se acerca mi cumpleaños y puede que sea perfecto para la familia! besos

    Gema

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  14. Cuando veo que has publicado una receta nueva,vengo en cuanto puedo haber con qué nos deleitas,claro que para decirte la verdad corro también por leer tu historia de entrada.Si tuviera que poner en una balanza la historia o la receta no sabría con cual quedarme.
    Puestos a quedarse con las dos,me quedo con la historia por la moraleja,que haber si me la aplico un poco y me dejo de ser tan vergonzosa y también me quedo con la receta porque esos gurullos prometen y mucho.
    Besotes mi querida Helena.

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  15. jejeje,que risa...estas anecdotas no se pueden comparar con las mias...madre mia,en mi tiempo de juventud,como era muy tímida y tenia tantos complejos,que queria actuar con naturaliad,y nada siempre metiendo la pata,un dia te contaré lo que me pasó en unos ejercidios espirituales ,jejeje,oye suena a antiguo eso de ejercicios espirituales verdad??? madre mia,si han pasado 20 años por dios!!,que me ha encantado que echaras bovril,que cosa mas buena para los guisos,desde que me lo enseñaste,siempre lo utilizo,un beso guapisima!

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  16. que rico Helena y que bena pinta tiene , me estais picando con los gurullos, jajajajajja.....y las anecdotas muy buenas y muy divertidas, besos guap

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  17. Ves, si aunque no nos conozcamos en persona, ya sabemos como somos por todas las cosas que contamos y porque somos las primeras en reirnos de nosotras mismas.
    Me encantan estas anecdotas y que hasta lo malo que nos pase lo transformemos en anecdotas graciosas.
    El plato una pasada, el acabado final todo un espectáculo.
    Un besoteeeeeeeeeee

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  18. Me encantas! Eres única y eso te hace grande!! La receta espectacular, yo tampoco la había oido nunca. Muuuuack!

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  19. Jajajjajja que graciosa eres!!!mira yo continuamente meto la pata,mis hijos se parten conmigo,me dicen que estoy algo loca a mi me da lo mismo.. Alguna vez te contare.La receta muy rica yo tampoco la conozco me la quedo besetes

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  20. Pedazo de guiso Helena, quien lo pillara. La de veces que yo he hecho el ridículo o me he visto en situaciones de apuro y ahora cuando me junto con la familia o los amigos y recordamos algunas de estas anécdotas, nos partimos de risa, pero en su momento que mal se pasa o se pasó como a ti con tu jefe.
    Saludos.

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  21. Hola Helena!!! Me quedo como seguidora de tu blog y que sepas que me has hecho reir un buen rato, madre mía que 2 momentazos de tu vida.

    Muy buena receta, yo tampoco sabía lo que eran. Tienen que quedar con un gusto exquisito, bsssss.

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Me gustaría saber tu opinión y tus consejos para mejorarla. Mi mejor premio son tus palabras y mi alegria de todos los dias.