"La tía" es un personaje muy peculiar, tiene 87 años. Era la única hermana de mi madre, tuvo un problema de nacimiento y tiene una ligera incapacidad mental que no le ha permitido nunca valerse sola.
Es soltera. Primero la cuidó mi bisabuela, luego mi abuela, más tarde mi madre y desde hace más de 20 años, yo. Ella me ayudó a criar a mis hijos, mientras yo trabajaba, ahora todavía me ayuda en casa porque está muy bien de salud afortunadamente.
De jovencilla trabajó como cantante en algunas zarzuelas, por ella pongo hoy este cantito..es una antología de la zarzuela del teatro lírico andaluz que tuve el placer de ver este verano pasado cuando vinieron a Almuñecar.
Las anécdotas que tengo de ella son memorables, porque te habla con la inocencia de un niño y nos hace reír con sus cosas.. por ejemplo, cuando me dice...:
-"Helena a ver si sacas el pan del congelador que lo he mirado y se ha puesto durísimo..."
o otro día que le dijo a unos amigos que vinieron a comer a casa:
-"Javier, no comas más croquetas que me vas a dejar sin ellas y mi sobrina nunca me las hace"
(Siempre tengo croquetas mías en el congelador)
Me pregunta el otro día:
-"¿Donde tienes un calendario?" y yo le digo " Tia en la nevera tienes uno" (en la puerta evidentemente)
y me contesta al cabo de mucho rato..
-"He mirado hasta detrás de los yogures y no veo ningún calendario..hija !
Y así constantemente.. durante toda su vida ha sido igual.
Recuerdo en mi niñez,en Madrid , todos los días ella iba andando hasta "la plaza" como ella le llamaba al Mercado de las Ventas, donde la mandaba mi abuela a por los "mandaos" y le decía memé:
-"Blanquita, hija tráete unos buenos tomates que estén maduros que voy a hacer unos macarrones con chorizo para la niña" y volver al cabo de un rato sin nada.
-"Mamá, no los he comprado..estaban a 3 duros el Kg.. es qué están locos vamos.."
y así toda la vida..
A mi me encanta comprar en las tiendas del barrio, como cuando era pequeña y bajaba corriendo a la tienda de ultramarinos a por un paquete de café.., y la manera que tengo para que mi tía se sienta útil y activa y además haga ejercicio es mandarla todos los días al mercado a comprar. Lo mismo que hacía mi abuela con ella cuando yo era chica.
En realidad, la mando a comprar cosas que no me hacen mucha falta, porque la compra en el mercado de verdad, me la suele hacer Luis o yo misma. Pero así la engaño para que se mueva y se pasee.
La carne, el pescado, la verdura siempre los he comprado en las tiendas cercanas a mi casa, cuando vivía en Madrid, en la galería de Villanueva del Pardillo y anteriormente en el mercado de la calle Marqués de Zafra.
Ahora, en el mercado del pueblo y en mi carnicería de hace años.
La calidad y el mimo del producto escogido por tus tenderos de confianza, la satisfacción de contribuir con tus vecinos, el buen rato de sentirte que estas comprando producto mucho más auténtico, sin tanta elaboración, sin tanto plástico, ni bandejas contaminantes , insufladas con aires para conseguir productos bellos pero antinaturales.
Y porqué no, el rato de charla , de "cotilleo" de relaciones humanas, en la cola con quien espera, las bromas del tendero, el sentirte integrante de una sociedad real.
La gran superficie, es fría es asquerosamente aseptica, sin sensibilidad, últimamente ya ni puedes hablar con las cajeras, acabarán desapareciendo y nosotros, como tontos contribuyendo a que se carguen cada día más puestos de trabajo.
En fin una pena.
Por eso prefiero comprar el pescado natural y sin bolsas y, cuando sea necesario congelarlo yo misma.
El otro día Luis, me trajo rosada y unas buenas almejas que le encargue, con estos ingredientes y unos guisantes realice esta cazuela de pescado que, hoy quiero compartir con vosotros.
La rosada la podeís cambiar por pescada (pescadilla), merluza o mero, por citar algunos ejemplos de pescado blanco donde este plato lucirá sólo. Aunque mi verdadero objeto es descubriros, para los que no la hayais comprado nunca, este pescado "La Rosada" muy fina y rica.
Ingredientes para 2 /3 personas:
-700 gr. de almejas
-250 gr, de rosada en trozos.
-50 gr. de guisantes ( ahora estamos en época de frescos, no te prives de ese placer) sino congelados
-2 dientes de ajo cortados muy chiquitos (Brunoise)
-1/2 cebolla muy chiquita
-Perejil muy picadito
-Un chorro de zumo de limón.
-1/2 vaso de vino blanco
-1 cucharada de harina
-Aceite de oliva virgen extra.
- 4 Cazos soperos de caldo de pescado: Realizado con 2 zanahorias, un puerro, troncos de cebolletas, media rama de apio, una hoja de laurel, unos granos de pimienta y recortes de pescado (en este caso le puse 2 espinas y dos cabezas de pescadilla )un litro y medio de agua y sal.Dejar Hervir 25 minutos, colar y utilizar.
Elaboración:
1.- Ponemos todos los ingredientes del fumet (caldo de pescado) a cocer, las almejas las ponemos en un recipiente amplio con agua fria y sal para limpiarlas de arena, les cambiamos el agua dos o 3 veces y reservamos.
2.-Limpiamos el caldo de la espuma que suba a la superficie, esto es importante para conseguir un caldo suave y claro.
3.- Ponemos en una cazuela amplia 4 cucharadas de aceite de oliva extra y añadimos el ajo y enseguida la cebolla cortada en brunoise (muy pequeñita) junto con el perejil, a fuego muy suave ( al 3 en mi vitro).
4.- Dejamos hacer durante 10 minutos e incorporamos, la harina, movemos hasta que pierda color blanco y se integre con la cebolla, a continuación añadimos el limón, el vino blanco y el fumet (Caldo) dejamos cocer 20 minutos a fuego medio (al 5 en mi vitro). Añadimos los guisantes.
5.-Sólo nos queda incorporar el pescado debidamente sazonado con sal y las almejas, subimos a fuego fuerte (al 8 en mi vitro) y tapamos.. en unos minutos en cuanto todas las almejas hayan abierto, apagamos y dejamos al calor residual unos minutos más. El pescado se cocinará a la vez que las almejas sin secarse.
Aunque parezca que la cazuela tiene poco caldo, las almejas, al abrirse, volverán a añadir agua, al final si lo vemos necesario añadimos un poco más. En mi caso no me hizo falta.
Sólo nos queda emplatar, cortar pan y disfrutar de este delicioso guiso de almejas y pescado.
Y esta es mi tía, "la tía" como la llaman todos mis amigos y mi familia, aunque se llama Blanca, el destino quiso que la inocencia se apoderara de ella.
Mañana, como cada día mientras pueda, me irá a comprar unos tomates, unos puerros y unas zanahorias y yo la esperaré con alegría de tenerla a mi lado.
Cómo me ha gustado conocer a Tita. Qué carita... está estupenda a su edad :D Me ha llegado mucho tu relato de hoy, qué cariño trasmite :). Sabes? soy enfermera y estos últimos años me he dedicado más a la geriatría, la que mucha gente evita, la sociosanitaria sobre todo... Y te diré que como profesional nunca me había sentido tan realizada... gente cariñosa, agradecida con poco que les des, graciosos y simpacticos :D Tus palabras me han recordado a mis abuelitos, a los que echo de menos...por las circunstancias de momento ya no estoy con ellos.
ResponderEliminarAy! Tita! Qué guapa! :D
Precioso relato, como siempre y fantásticas almejas con rosada, tienen que estas bien sabrosas y más conociendo la calidad del producto.
Un beso!
Gracias Sandra, no sabía que eras enfermera, un motivo más para sentirme orgullosa de conocerte, la gente que quiere y cuida a sus mayores nunca puede ser mala. Besitos!!
EliminarConmovedora, tu entrada de hoy. Y que ricas las almejas con rosada, o viceversa... (Es que las almejas me privam...)
ResponderEliminar¡Qué historia tan hermosa!!. Las almejas me han encantado, un plato delicioso. Un beso,
ResponderEliminarwww.cocinaamiga.com
Preciosa historia y preciosa receta. Un beso muy fuerte
ResponderEliminarEntrañable y dulce entrada que me ha emocionado. Te aseguro que me has hecho un nudo en la gargante y que mis ojos en estos momentos están nublados. He tenido que suspirar hondamente para poder seguir escribiendote y viendo la tierna mirada y la cálida sonrisa de la tia Blanca. Tu tia, que hoy la has hecho nuestra también.
ResponderEliminarUna vez más compartimos algo, el gusto por los recuerdos, el cariño a nuestros mayores y el comprar los productos de temporada en las tiendas tradicionales.
Por supuesto tu receta, impresionante, perfecta, muy de mi gusto: marenga...marinera.
Un fuerte abrazo.
Una deliciosa receta, que me ha encantado por que de verdad tiene una pinta estupenda.
ResponderEliminarPero sin lugar a dudas, tu post de hoy es un verdadero homenaje a tu querida tia Blanca, y desde luego mi respeto por ti, por compartir tu vida con ella y ese cariño con que la cuidas.
Hay días que no hace falta leer el periódico, solo hay que ver las vivencias e historias de las personas, para pensar que aún hay humanidad y cariño a nuestros mayores.
Besos para las dos.
Que historia tan bonita Helena....y oyendo mientras tanto "una morena y una rubia", acordándome de mi madre que tanto le gusta la Zarzuela....
ResponderEliminar¿Sabes?, yo también le llamo "plaza" al mercado, digo: Mañana tengo que ir a la plaza, cuando en realidad compro allí todos los días, sigo con el carnicero de mi madre desde hace 45 años, ahora su hijo, su pescadería, ahora su hijo también...y me atienden que según mi marido "Soy como la reina de Saba", jajaja.
UN BESO HELENA, ME HA ENCANTADO Y QUE BIEN ESTÁ LA TÍA.
Y yo sigo a la sombra de una sombrilla.......lo dejo puesto
preciosa entrada muy dulce y la receta buenisima un besito guapa
ResponderEliminarUna historia entrañable, me ha encantado conocer a tu tía. La receta es de las de toma pan y moja.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas.
Qué buen aspecto el plato que nos traes hoy, esto es comer bien y lo demás son tonterías. ¿Sabíais que en Madrid es me da a mí imposible conseguir rosada o cazón fresco?, lo que oyes, si sabes de alguien que te haya dicho lo contrario, dínoslo.
ResponderEliminar'La tía' fantástica!! resplandeciente!
Un saludo.
Helena amiga, eres una excelente persona y aquí lo has dejado comprobado. Hoy en día esto es una rareza, y te lo dice alguien por cuya casa han pasado tres tías. Mi padre eran 12 hermanos y las solteras todas se las llevo a su casa, eran las mayores, para mi fue como tener abuelas... por eso se de que te hablo. No te diré que la cuides porque sin duda lo haces, pero mimala mucho....... Me ha encantado esta entrada, la he leído varias veces y me he emocionado. tanto que la receta ha quedado relegada a un me gusta. Me gusta mas tu humanidad y ver la clase de gente que eres: "única""
ResponderEliminarBesinos
La entrada de hoy es de las que se te agarran al corazón, yo también he tenido dos TITAS en mi vida, y tengo para escribir un libro con sus cosas. Mi personalidad son en parte responsabilidad de ellas, pues me cuidaron durante años, y mi hija lleva el nombre de una de ellas. A mí las personas mayores me dan mucha ternura, y mi madre que es ya mayor, es la envidia de todas sus amigas, dicen que la tengo " mu mimá".
ResponderEliminarTu receta, mejor imposible, la rosada es un pescado delicioso, jugoso y muy neutro, así que con los ricos compañeros que le has buscado, esta zarzuela tenía que estar de muerte.
Hoy he publicado precisamente una receta de arvejas frescas, muy ricas.
Besotes gordos mi niña, eres la pera.
Siempre conseguis emocionarme con vuestros comentarios, la suerte que tengo yo con este puñao de amig@s que me visitais que, compartimos ratos para mi inolvidables,es un lujo tener gente asi a mi alrededor. Muchas gracias a tod@s!!
ResponderEliminarBelen, Nuria, Carlos, Mª Luisa, Toñi..todos y cada uno de vosotros sois para mi muy importantes. Os llevo en el corazón!
Que bonita entrada Helena, me encanta que las entradas tengan algo más que una receta que posiblemente hayamos podido copiar de cualquier sitio. Me encanta que los blogs sean algo nuestro de verdad y que mejor que compartir nuestras historias particulares, aunque a veces sean ñoñerías o como en este caso una tia querida y tan entrañable que forma parte de tí, de tu vida.
ResponderEliminarUn beso guapa!!!!!
Preciosa entrada Helena y estupenda receta.
ResponderEliminarBesos. Lola
Encantada de conocer a la "tia Blanca"!!!
ResponderEliminarEn mi familia hay dos casos de personas con inmadurez cerebral, mi sobrina y mi cuñada que es sindrome de Dwon y te transmiten un cariño y una ternura muy especial. Me alegro que ella pueda contar contigo... a su edad se sentiría muy sola y así al menos se siente util y querida!!
Saluditosssssss
yo quiero ir al mercado contigo!!!
ResponderEliminarHelena, una entrada preciosa como siempre. La cazuela con la rosada, una delicia. Y tu tia encantadora. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarHace unos días descubrí tu blog y me encantó. Lo leí entero y lo comenté con mi marido, pues destilas sabiduría y humanidad. Enhorabuena, un placer leerte, gracias!!
ResponderEliminarKaken, fui a visitarte, es reciproca la admiración personal, ya te sigo y te incluí en mi lista de blogs favoritos, esa sensibilidad es compartida y seguro que me aporta momentos deliciosos tu lectura. Un beso grande y gracias wapísima
EliminarHelena una receta exquisita,, y con un potencial de sabor exquisito.
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