De esos momentos en la vida en que tienes que respirar hondo y decidir prioridades, conductas y actuaciones, para ser consecuente con los objetivos que te vas marcando.
Por un lado, la ejecución de un sueño que va viento en popa, mi negocio de comida para llevar, donde cada día mis clientes y amig@s me dan un aliciente más para sentirme muy realizada, por otro, la dureza de la vida que me hace compatibilizar este maravilloso trabajo con la realidad con la que debo y quiero enfrentarme, mi convivencia y responsabilidad de cuidar a mi tita que, con 88 años supone, mi deber más inmediato.
Pero hay veces que el destino te ofrece puente de plata y yo lo he encontrado....
Cuando todo lo vi negro y cuando a escasos dias despues de inagurar mi "Take away" me encontré que, mi tita se cayo y debia de cuidarla, saltaron todas las alarmas en mi vida, cambiaron prioridades y tomé decisiones nada fáciles para seguir adelante.
Y yo creo en el destino, y también en los ángeles y me remito a las pruebas porque uno llegó a mi casa.
Mi angel y la cuidadora de mi tita se llama Paqui y nunca, nunca, podre agradecerle como se merece su derroche de cariño, de amor, de profesionalidad y responsabilidad que tiene todos los dias con mi tita.
El destino quiso que la encontrara y, me da la paz que necesito todas las mañanas al saber que, cuando marcho para trabajar, la dejo en muchas mejores manos que las mias propias y que no le va a faltar el cariño porque Paqui se lo dosifica en cada gesto, en cada mimo y en cada palabra que le regala.
Y admiro profundamente esa vocación y comparto cuando digo #FabricamosFelicidad desde mi sencilla cocina y me doy cuenta que la felicidad se fabrica en muchos más lugares...
-En el paciente bien atendido
-En la satisfacción del trabajo bien realizado y a tiempo.
Es por eso la dulzura de la vida, es por eso que esta tontuna receta sea, por lo menos, un motivo de alegria y reflexión en vuestra vida
Verguenza me da llamarle receta , mas bien es una sugerencia de postre
