Después de varias publicaciones de recetas "puturru de foie" o sease más bien tirando a pijas, hoy vuelvo a lo mío, a la cocina clásica de cuchara porque el frío ha vuelto y yo vuelvo al norte.
Como mucho cada 3 o 4 años tengo que tirar pá arriba, al verde y al paisaje que me encandila. Y ahora estoy aqui de nuevo, faltándome las horas para digerir tanta belleza.
Los que conocéis a Luis ya sabéis que esta es su canción preferida y qué como le deis un micrófono esta es la que va cantar (por cierto con resultados bastante irregulares a pesar de su innegable buena intención)
Y es que Barcelona fue parte de mi cuna, Madrid es mi ciudad, la que adoro, Almuñecar y Andalucía mi pasión y mis raices pero el norte, sobre todo Galicia, Asturias y Cantabria son las que, sin tener un especial nexo de unión, más me emocionan, más me hacen vibrar y sentir por su paisaje.
Sus playas, su verde, su gastronomía, sus montañas y hasta sus vaques me hacen suspirar y enamorarme cada día más.
Hablar de la comida de alli es un no parar de productos naturales, de la tierrra, del mar, platos gloriosos como la fabada, el cocido montañes, la quesada, el arroz con leche, los sobaos...
Productos fantásticos como sus imnumerables quesos desde el gallego al cabrales, el marisco, las verduras.. como las maravillosas berzas o los grelos, las fabes, las verdinas, las manzanas, la sidra natural..
Vivir el norte es mirar y comer, ahora he vuelto otra vez en un viaje que ha empezado en Cantabria y termina en Asturias, es sólo una semana, pero lo suficiente para rellenar la melancolía que me embargaba por la distancia.
A Galicia no me da tiempo de llegar porque es un viaje programado, quizás por ello, he querido hacer este plato, que siempre me acompaña en casa, para asi, cerrar los ojos e imaginarme en esa Galicia mágica que un día me embrujó.
Mi abuela siempre me decía que yo era una bruja que siempre conseguía lo que quería, a lo mejor es que algo de meiga tengo por algún sitio..
Si sois de pucheros no os resistais a hacerlo en casa, ese día será festivo y alegre, el olor de Galicia se os meterá en la cocina.
Ingredientes para 4 personas:
-300 gr. de grelos ( sino encontráis sustituir por hojas de berza o col pero el sabor no será igual, yo los encuentro en el corte ingles)
-2 patatas a ser posible gallegas
-150 gr. de alubias blancas (puestas a remojo la noche antes en agua fría).
-Un trozo de unto y un poco de harina
Carnes: 1 chorizo y una morcilla, un trozo de costilla salada, 1/2 oreja de cerdo, 1 trozo de tocino, lacón.
Los sabores más característicos del plato los proporcionan los grelos y el unto, un tocino que se elabora alli y que, cuanto más rancio más "gracia" le oficiará al plato, cuando voy a Galicia siempre compro un buen trozo que me dura años, este debe de tener ya sus 3 añitos..
el unto se embadurna de harina cuando se hecha al caldo para evitar que se deshaga mucho. Hay gente que no le gusta su peculiar sabor y no se lo pone, como nosotros somos de sabores potentes para mi, es imprescindible en mi pote.
Elaboración:
1.- En una olla grande con agua fría, ponemos a cocer las alubias escurridas de su agua de remojo, las carnes y el unto dejamos 2 horas al fuego, en ese tiempo, desespumamos (la espuma que subirá a la superficie, la quitamos con una espumadera) y asustamos 3 veces (añadimos un poco de agua fría para cortar el hervor). El fuego será lento /medio (al 5 en mi vitro)
2.- Lavamos y picamos bien los grelos en tiras, desechando la parte dura del tallo y hacemos lo mismo con las patatas rompiéndolas con un cuchillo para cortarlas (se mete el cuchillo para cortar y se tira del trozo para chascar la patata)
3.-Pasadas las dos horas añadimos a la olla los grelos y las patatas y dejamos cocer 35 minutos más.
Poco a poco el pote irá cambiando de color y adquiriendo su característico color blanquecino, la patata engordará el caldo con la cocción prolongada.
Para servir tomamos primero el caldo gallego con las alubias y las verduras y después las carnes cortadas y limpias de huesos.
Y poner pan, mucho pan ah! y vino, si es un tinto del Barco de Valdeorras le va de miedo.. unas guindillas y unas cebolletas también pueden acompañar en la mesa del festín.
Los ojos ciegos, los ojos, ciegos de tanto mirarte.
Impresionante la entrada de hoy, mi querida Helena.
ResponderEliminarEl recorrido sentimental que has hecho, es una delicia, y el plato que nos presentas para que se te caigan los lagrimones.
Besotes, mi niña, buen martes.
Como he disfrutado con tu entrada. Yo soy del Norte y como bien dices, vivir aquí es mirar y comer. El verde embriaga, y el olor a mar con fuerza, a roca. Soy del País Vasco, pero desde Galicia a nuestra vecina Cantabria me enamoran.
ResponderEliminarEste pote gallego no lo he preparado nunca en casa, aunque lo he comido en Galicia. Me has llenado la pantalla de colores y olore y eso se agradece. Tendré que llevarme un buen pedazo de "unto" en mi proximo viaje. Ahhh y de manteca de vaca, aunque no se donde la voy a conseguir. Disfruta de la fiestecilla de mañana y gracias por tanta pasión y buen hacer. Bss
Virginia "sweet and sour"
Siendo del norte y gallega tengo que decirte que no podría yo hablar tan bien como tú lo has hecho. Añado algo,si me lo permites,para mí lo mejor es le gente.
ResponderEliminarGracias, Helena.
El pote o caldo gallego es muy propio del invierno porque es un plato que calienta al máximo el cuerpo. Antiguamente aquí era casi el plato único y del día. Leche, caldo y pan de maíz (de brona o borona) fue casi el único alimento de muchas generaciones.
El unto que no sea rancio o dominará en exceso todos los sabores. Mejor (para mi gusto, claro) el de color clarito. Y el truco de la harina lo desconocía, :)
en cualquier caso se pone muy poquito unto.
Un abrazo.
Ah! otra cosa, si le poneis algo de carne de pollo y carne de ternera mejor. Suaviza el sabor del caldo.
ResponderEliminarMadre mía, no te ha sobrado un poquito?? Con estos platos se te quitan todas las penas, chata!! Hace años que no lo como, qué ganas me han dado...
ResponderEliminarUn besito guapa
Me encantan las recetas de siempre!! Y ha sido leer pote y no he podido resistirme a entrar! que recuerdos!!! Galicia y Asturias!!! en los dos sitios los provamos mmm... qué comidas en esos viajes dios! jajaja Y precioso todo :D me quedé enamorada :D Qué recuerdos! A ver si volvemos y disfrutamos de estos platos! que alli si que saben! jajaja
ResponderEliminarComparto tu adoración por el Norte de España, es tan bonito, se come tan bien y tiene tantas cosas que hacer y que ver. El plato muy rico, nunca lo he comido, quizás aprovechando este parentesis fresquito en la primavera me lance a hacerlo, pinta muy bien...
ResponderEliminarUn beso y que disfrutes estos días por el Norte!
Coincido contigo en que el norte es espectacular!!! las verdes praderas, las montañas, las vacas pastando, los pueblecitos de piedra con 10 habitantes, en fin, una gozada. Tan espectacular como son sus recetas y elaboraciones y sus alimentos, generalmente potentes para combatir los fríos y lluviosos días de invierno pero que no dejan indiferente a nadie.
ResponderEliminarA mi también me encanta viajar al norte, especialmente Galicia. Asturias no la conozco aun pero me han hablado maravillas.
Un plato sencillo pero espectacular Helena, con un aspecto que dan ganas de meter la cuchara, el pan y empezar a mojar sopas sin parar.
Lo que no entiendo es lo de puturru de foie!!! jajajajaj de dónde te sacas ese vocabulario jamía!! jajaj que gracia me ha hecho!
Fantástica tu versión delpote gallego, qué maravilla.
ResponderEliminar¡Qué canción tan maravillosa!, Asturias, verde del monte........
ResponderEliminarUn besazo Helena, está claro que el norte te hace sentir.
Marialuisa
que buena receta Helena. yo también adoro el norte, es mi pasión junto a Extremadura. muakkkkkkkkkkkkk.
ResponderEliminarQue bien se come por alla arriva, yo lo he probado un par de veces solamente,me encanta y te da un subidon que no veas, besotes.
ResponderEliminarEttore Cioccia
Ciega me quedo mirando y remirando el plato..¡¡ qué maravilla, que lujo de ingredientes que tanto cuesta encontrar por nuestra querida Andalucia, que arte que en la cocina puedes con todo !!
ResponderEliminarDisfruta de esos espectaculares lugares, de sus paisajes, de su gente y de su gastronomía...pásalo muy bien.
Besitos.
quñe maravilla de pote! yo nunca lo he probado pero con lo que me gusta todo lo que lleva se que seria feliz probadnolo! un besote
ResponderEliminarUna delicia, te ha quedado genial, para disfrutar. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminar¡ Qué pinta tan fantástica!, soy un enamorado de la cocina gallega y este pote lo has bordado.
ResponderEliminarFestín total Helena, qué rico es este puchero, que pena que sea tan complicado encontrar los grelos. A mi no me importa que ya vuelva el buen tiempo, si me ponen este plato delante no me hago de rogar.
ResponderEliminarBesos.
Es un plato potente y maravilloso. Mi conexión con Galicia hace que disfrute y que me encante este plato. Un placer
ResponderEliminarPoco me queda por decir de mi tierra, me ha encantado esta entrada, todas esas cosas bonitas que has dicho!! Como coruñesa que soy, haces que me sienta orgullosa al escuchar todo esto de tu tierra. .este caldo ya no es que sea un plato común de aquí durante todo el invierno, sino que es una delicia...hace que tu cuerpo espabile y tenga vida...un super caldiño te ha quedado!!! Besiños
ResponderEliminarHelena menudo plato dan ganas de meter la cuchara, seguro que el viaje ha sido fantastico
ResponderEliminar¡¡besos¡¡